jueves, 3 de agosto de 2017

Encuentro

Así empezó. Volví a Bielorussia, entré en la Escuela de artes marciales (ya sabía que allí me esperaban); artes marciales para construir el carácter, Qigong para generar energía, meditaciones para transformarla... pronto el curso de terapia oriental, IChing, círculo de mujeres, mandalas.
Me ayudaban, yo crecía en este camino de desarrollo personal, viajé unos meses con el Maestro y mis compañeros a Ucrania, Georgia, China, India; colectaba conocimiento, practicaba cada día, con el grupo y sola, conocía personas, culturas, vidas.

Estaba también en Bielorussia para terminar mi bachelor en administración de hoteles y turismo, trabajar y ahorrar para más viajes. Terminé el bachelor y mi mamá estuvo muy feliz, yo satisfecha y con conocimientos muy prácticos, también con experiencia de trabajo (porque mientras estudiaba trabajaba en mi área y sentía mejor así, ser útil), pero no feliz. Mientras todo esto sucedía, seguía asistiendo a la escuela y cultivándome en artes marciales, qiqong, iching, masajes energéticos, círculos de mujeres, sentía esta mi vocación verdadera, pero debía cumplir con mi madre y con lo formal de la vida, porque ellas no entendían lo que aprendía en esta escuela ni para qué serviría en la vida.

En unos años sentí que puedo dejar a mi Maestro y Escuela, para irme al mundo; cuando días después de haber sentido esto, recibí la invitación de un programa de meditación para ir a Tailandia. Ya sabía: no hay camino atrás.
Renuncié a mi trabajo. Todos me decían lo mismo más o menos: “Loca, hay crisis. Tienes un buen puesto. Pensalo bien.” Yo no podía más, la crisis estaba igual adentro mío, por más que tuviera seguridad económica, había una crisis en mi interior, que me decía que el camino era otro, con el Maestro y la Escuela se aclararon visiones, me comprendí mejor y empecé a aceptarme tal y como soy, vi la crisis, la miré y hablé con ella. Este viaje era la oportunidad para hablarle y transformarla radicalmente.

En Tailandia pasaron muchas situaciones y sentimientos en 5 meses. Me conocí a mi misma y a montón de personas de todo el mundo y finalmente, a mi amor de la vida, en el mismo lugar donde me había encontrado a mí misma, meditando, encontré a ella, meditando también.

Pronto me encontré en Bolivia. Vine con una mochila y unas pocas palabras en castellano, más nada, solo Fe y Amor. Allí en Bolivia (en la ciudad de mi amor: Santa Cruz), asimilé el idioma y trabajé en lo que me gusta; desarrollé todo lo que había recorrido con el Maestro y la Escuela en Bielorusia, China, India y Tailandia. Hacía meditatciones, masajes, terapias energéticas, clases de Qigong y artes marciales, daba talleres en temas de energía y mandala terapia, organizaba círculos de mujeres y ceremonias del té, todo esto gracias a una nueva maestra: Isabel, Doctora grande, ella fundadora de Elementos me abrió las puertas para compartir y seguir creciendo en este camino de Fe y Amor.

Finalmente hacía lo que me gustaba las 24 horas del día, tener Fe, Amar, Servir con terapias de mi Escuela, aprender nuevos temas, idioma, y conocer nuevas personas, hacía todo esto no por el hecho de tener trabajo, sino por el gusto de hacerlo.
Aun así, no era fácil, seguro. Como dijo Richard: “enseñamos lo que más necesitamos aprender”. Así que salío tanto trabajo interno como externo. Y tenía que hacerlo paso a paso, aprendiendo a confiar en mi misma, valorarme a mi misma y permitirme disfrutar de la vida y del trabajo. Con esto encontré muchos caminos para ayudar a los demás que sin saberlo me ayudaban también, intercambio de energía desde el servicio y las terapias. Y sigo en esto.

Sé que si uno cree en sí mismo puede hacerlo todo. Y uno que no cree pero quiere creer, seguro encuentra en su camino aquel quien va creer en él y va ayudarle a creer en sí mismo.
Ahora me encuentro en Santiago de Chile, estudiando Constelaciones familiares con Centro ICALMA, mi amor haciendo su magister en Desarrollo Humano y Ética Social (área educación y cultura que tanto le gusta a ella y que tanto aprendo yo con ella), ahora me doy cuenta de algo: ella interesase en desarrollo humano –lo global- a mi desarrollo personal –lo particular-, por eso hacemos buen equipo juntas, y nuestro amor tiene la mirada más completa.


Andamos juntas nuestro camino por el mundo, ampliándonos, creciendo y compartiéndolo con los demás, nos gusta mucho comunicar lo que aprendemos y hacemos, nos gusta tomar té o café mientras caminamos (termo, cuaderno, lapicero, libro son muy importante cuando salimos), leer juntas o solas, hablar de nuestra infancia, mirar películas antiguas en blanco y negro, en idiomas diferentes, últimamente le muestro en ruso, para que se familiarice y no sea brusco cuando visitemos mi país.


Ahora que conozco mejor el idioma castellano o español, quiero dedicar este blog para desarrollar mis reflexiones sobre temas espirituales y materiales, para que cada persona logre conectarse con el ser que vive adentro de cada uno de nosotros y lo ayude a hacer un paso más arriba, hacia la luz, a la sabiduría, donde también está la oscuridad, la profundidad, hay que integrar ambas; haré esto con la ayuda de conocimientos sobre Energética, IChing, Mandala, Ayurveda, Constelaciones Familiares y otros que se van abriendo para nosotros.


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