Así empezó. Volví a Bielorussia, entré en la Escuela de
artes marciales (ya sabía que allí me esperaban); artes marciales para
construir el carácter, Qigong para generar energía, meditaciones para
transformarla... pronto el curso de terapia oriental, IChing, círculo de
mujeres, mandalas.
Me ayudaban, yo crecía en este camino de desarrollo
personal, viajé unos meses con el Maestro y mis compañeros a Ucrania, Georgia,
China, India; colectaba conocimiento, practicaba cada día, con el grupo y sola,
conocía personas, culturas, vidas.
Estaba también en Bielorussia para terminar mi bachelor en
administración de hoteles y turismo, trabajar y ahorrar para más viajes.
Terminé el bachelor y mi mamá estuvo muy feliz, yo satisfecha y con
conocimientos muy prácticos, también con experiencia de trabajo (porque
mientras estudiaba trabajaba en mi área y sentía mejor así, ser útil), pero no
feliz. Mientras todo esto sucedía, seguía asistiendo a la escuela y
cultivándome en artes marciales, qiqong, iching, masajes energéticos, círculos
de mujeres, sentía esta mi vocación verdadera, pero debía cumplir con mi madre
y con lo formal de la vida, porque ellas no entendían lo que aprendía en esta
escuela ni para qué serviría en la vida.
En unos años sentí que puedo dejar a mi Maestro y Escuela,
para irme al mundo; cuando días después de haber sentido esto, recibí la
invitación de un programa de meditación para ir a Tailandia. Ya sabía: no hay
camino atrás.
Renuncié a mi trabajo. Todos me decían lo mismo más o menos:
“Loca, hay crisis. Tienes un buen puesto. Pensalo bien.” Yo no podía más, la
crisis estaba igual adentro mío, por más que tuviera seguridad económica, había
una crisis en mi interior, que me decía que el camino era otro, con el Maestro y
la Escuela se aclararon visiones, me comprendí mejor y empecé a aceptarme tal y
como soy, vi la crisis, la miré y hablé con ella. Este viaje era la oportunidad
para hablarle y transformarla radicalmente.
En Tailandia pasaron muchas situaciones y sentimientos en 5
meses. Me conocí a mi misma y a montón de personas de todo el mundo y
finalmente, a mi amor de la vida, en el mismo lugar donde me había encontrado a
mí misma, meditando, encontré a ella, meditando también.
Pronto me encontré en Bolivia. Vine con una mochila y unas
pocas palabras en castellano, más nada, solo Fe y Amor. Allí en
Bolivia (en la ciudad de mi amor: Santa Cruz), asimilé el idioma y trabajé en
lo que me gusta; desarrollé todo lo que había recorrido con el Maestro y la
Escuela en Bielorusia, China, India y Tailandia. Hacía meditatciones, masajes,
terapias energéticas, clases de Qigong y artes marciales, daba talleres en
temas de energía y mandala terapia, organizaba círculos de mujeres y ceremonias
del té, todo esto gracias a una nueva maestra: Isabel, Doctora grande, ella
fundadora de Elementos me abrió las puertas para compartir y seguir creciendo
en este camino de Fe y Amor.
Finalmente hacía lo que me gustaba las 24 horas del día,
tener Fe, Amar, Servir con terapias de mi Escuela, aprender nuevos temas,
idioma, y conocer nuevas personas, hacía todo esto no por el hecho de tener
trabajo, sino por el gusto de hacerlo.
Aun así, no era fácil, seguro. Como dijo Richard: “enseñamos
lo que más necesitamos aprender”. Así que salío tanto trabajo interno como
externo. Y tenía que hacerlo paso a paso, aprendiendo a confiar en mi misma,
valorarme a mi misma y permitirme disfrutar de la vida y del trabajo. Con esto
encontré muchos caminos para ayudar a los demás que sin saberlo me ayudaban
también, intercambio de energía desde el servicio y las terapias. Y sigo en
esto.
Sé que si uno cree en sí mismo puede hacerlo todo. Y uno que
no cree pero quiere creer, seguro encuentra en su camino aquel quien va creer
en él y va ayudarle a creer en sí mismo.
Ahora me encuentro en Santiago de Chile, estudiando
Constelaciones familiares con Centro ICALMA, mi amor haciendo su magister en
Desarrollo Humano y Ética Social (área educación y cultura que tanto le gusta a
ella y que tanto aprendo yo con ella), ahora me doy cuenta de algo: ella interesase
en desarrollo humano –lo global- a mi desarrollo personal –lo particular-, por
eso hacemos buen equipo juntas, y nuestro amor tiene la mirada más completa.
Andamos juntas nuestro camino por el mundo, ampliándonos, creciendo y compartiéndolo con los demás, nos gusta mucho comunicar lo que aprendemos y hacemos, nos gusta tomar té o café mientras caminamos (termo, cuaderno, lapicero, libro son muy importante cuando salimos), leer juntas o solas, hablar de nuestra infancia, mirar películas antiguas en blanco y negro, en idiomas diferentes, últimamente le muestro en ruso, para que se familiarice y no sea brusco cuando visitemos mi país.
Ahora que conozco mejor el idioma castellano o español,
quiero dedicar este blog para desarrollar mis reflexiones sobre temas
espirituales y materiales, para que cada persona logre conectarse con el ser
que vive adentro de cada uno de nosotros y lo ayude a hacer un paso más arriba,
hacia la luz, a la sabiduría, donde también está la oscuridad, la profundidad,
hay que integrar ambas; haré esto con la ayuda de conocimientos sobre
Energética, IChing, Mandala, Ayurveda, Constelaciones Familiares y otros que se
van abriendo para nosotros.
Las amo.
ResponderBorrarQue bello... gracias por compartir lo maravilloso y mágico del encuentro con nosotros mismos
ResponderBorrariskra!
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