martes, 28 de noviembre de 2017

Conversa con tus ancestros

¿Qué recordamos de nuestros ancestros? ¿Qué recibimos de la sabiduría antigua?

Nosotros somos una continuidad, provenimos de los ancestros y desde nosotros vendrán las siguientes generaciones biológicas o espirituales. Y podemos vivirlo, heredando los conocimientos antiguos, aplicándolos en la vida y educando a los niños para que sigan este hilo de respeto por nuestros ancestros espirituales y biológicos.


Nos enseñaban en el colegio que provenimos de los ancestros que son salvajes, que estaban buscando la comida todos sus días, matando a los animales para alimentarse, como si fuera muy pobre la naturaleza, como si no les alcanzara lo que crecía o no la veían y todos sus día tenían que pasar buscando la comida, cuando la comida ya estaba con ellos, el aire mismo que respiraban, pero no sabían que este aire los alimentaba.

 Estos libros hablan sobre violencia que los rodeaba, las constantes luchas que pasaban para sobrevivir. Y de esta violencia provenimos también, creciendo, utilizando la naturaleza para construir ciudades y máquinas que nos ayudarían a vivir de modo “civilizado”.

Hay también los libros (que no nos enseñaban ni tampoco enseñan ahora) que hablan sobre los tiempos llamados védicos y sobre ancestros nuestros con conciencia más elevada, son despiertos, tienen conección muy fuerte con la naturaleza. Los animales les sirven, viven cerca, ayudan en todo como hermanos menores, ayudan a cosechar los alimentos, educar a los niños, los elfos también caminan con ellos.

Las personas de esta época convivían con la naturaleza como con la madre, con mucho respeto y gratitud. Ellos conviven con las plantas y animales como con los seres vivos, relacionándose con ellos con amor, sabiendo que es eso lo que necesitan todos: amor.

También dicen que el ser humano no supo cómo explicar los fenómenos de la naturaleza y por eso inventaba a los dioses y sus leyendas. Pero tal vez, sabían incluso más, miraban más allá de los procesos físico-químicos y veían el sentido espiritual de cada fenómeno de la naturaleza, veían la espiritualidad detrás de la química, la física y la biología, detrás de la ciencia hay algo más grande.

Esas personas sabían que creamos el mundo con los propios pensamientos y así sabían como resolver todos los conflictos, tal vez es momento de recuperar esa fe, para recuperar el sentido de la ciencia y todo el desarrollo alcanzado hasta ahora.

A los niños los educaban con amor y respeto, los escuchaban con atención porque sabían que los adultos suelen olvidar las más simples y sabias verdades, mientras que el niño en su luz: recuerda todo y no tiene límites en su imaginación, las imágenes de su mente están intactas y dan lugar a una imaginación fuerte y trascendental, conservan esta pureza, saben que la imaginación es el primer paso al descubrimiento. 

No sabemos qué es verdadero, pues no lo recordamos, tal vez es momento de recuperar la imaginación, la espiritualidad, conectarnos con nuestros ancestros espirituales.Los invito a reflexionar sobre lo que leemos, encontrando nuestras verdades en el interior.



Tal vez, es momento de recordar las tradiciones y rituales ancestrales y encontrar allá una sabiduría que nos ayude en la vida, enriqueciéndonos en todos los sentidos. Tal vez, con esto vamos a entender porque tenemos lo que tenemos y vivimos como vivimos. Tal vez, podemos entender si estamos dormidos o despiertos, vivos o muertos, y nacer desde nuestra conciencia lúcida.