domingo, 6 de mayo de 2018

Transformar nuestras creencias

Los maestros no se cansan de decir que nosotros creamos nuestro propio mundo, no son las circunstancias, ni el sistema político, económico, etc. sino nuestro propio sistema de pensamientos, es decir, nosotros mismos. Muchos han aceptado esta idea, pero pocos realmente la aplican en sus vidas. A ver, si nos ayudamos un poco a ponerlo en práctica. El primer paso será descubrir y eliminar aquello que ya no sirve en tu sistema de pensamientos, palabras, acciones y hábitos diarios.

Nosotros elegimos en qué creer y desde allí creamos nuestro entorno, casi siempre, uno suele creer en lo que le invitaron a creer sus padres, 
familia, comunidad y sistema donde nacieron y/o crecieron. Por lo tanto, muchos viven con sus creencias de infancia hasta la vejez, pocos descubren sus propias creencias, las de su alma, para vivir acorde a su ser y realizarse, se quedan viviendo bajo las creencias de otros, a veces las creencias de los padres y familias, son también las nuestras, pero eso no tiene por qué ser siempre así.
¿Para qué sirve hacer todo esto?

A menudo es todo un rollo descubrir de donde viene una creencia u otra, pero lo que está claro es que, si seguimos sufriendo, con problemas hasta el cuello, entonces algo no está funcionando, algo que estamos proyectando al mundo no sirve, alguna creencia heredada no funciona más, tal vez funcionó a nuestros padres, pero en nuestro tiempo, ya no va más.

Entonces es momento de mirar nuestras emociones, pensamientos, comportamiento y si somos honestos con nosotros mismos, todo saldrá clarito: cuáles creencias dejar morir y cuáles piden vivir, y dejarlas vivir. Pero si esto no sucede con tal claridad, es seña de que no estamos siendo del todo honestos con nosotros mismos (esto puede pasar y pasa a menudo); la pregunta entonces será: ¿qué pasos uno puede dar para verlo?
  1. Mira donde está tu problema o gran preocupación, en que área de tu vida.
  2. Descríbela: cómo se expresa en circunstancias específicas, en relaciones, etc.
  3. Cómo te sientes en relación a esto, qué emociones te genera.
  4. Mira si hay recuerdos relacionados a estas emociones, sentimientos.
  5. Ahora probablemente puedes ver la situación que te hizo sentir así: qué pensaste en aquel momento.

Este pensamiento es la creencia que sigues usando en tu vida, generando que se repitan una y mil veces las mismas situaciones en tus relaciones, en el trabajo, en tu día a día. Ahora, si seguiste los pasos, pero algún paso no te resultó, simplemente déjalo aquí. Cuando vuelvas a tener esa repetida experiencia, solo trata de mirarla tranquilamente, respirar, asentirlo como es, y empezar describiéndolo desde el paso que mencioné anteriormente.

Cada vez aparece lo nuevo, lo útil para tu desarrollo personal, que te permitirá profundizar tu relación contigo mismo, además de empezar a construir esta relación de honestidad, confianza, amor y cuidado contigo mismo -además eres la única persona que siempre estaba, está y estará acompañándote en tu camino-.

Si al transformar tus creencias, algo te resultó, comparte en comentarios: ¡compartiendo nos encontramos!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario