Los maestros no se cansan de
decir que nosotros creamos nuestro propio mundo, no son las circunstancias, ni
el sistema político, económico, etc. sino nuestro propio sistema de
pensamientos, es decir, nosotros mismos. Muchos han aceptado esta idea, pero
pocos realmente la aplican en sus vidas. A ver, si nos ayudamos un poco a
ponerlo en práctica. El primer paso será descubrir y eliminar aquello que ya no
sirve en tu sistema de pensamientos, palabras, acciones y hábitos diarios.
Nosotros elegimos en qué creer y
desde allí creamos nuestro entorno, casi siempre, uno suele creer en lo que le
invitaron a creer sus padres,
familia, comunidad y sistema donde nacieron y/o
crecieron. Por lo tanto, muchos viven con sus creencias de infancia hasta la vejez,
pocos descubren sus propias creencias, las de su alma, para vivir acorde a su
ser y realizarse, se quedan viviendo bajo las creencias de otros, a veces las
creencias de los padres y familias, son también las nuestras, pero eso no tiene
por qué ser siempre así.
¿Para qué sirve hacer todo esto?
A menudo es todo un rollo
descubrir de donde viene una creencia u otra, pero lo que está claro es que, si
seguimos sufriendo, con problemas hasta el cuello, entonces algo no está
funcionando, algo que estamos proyectando al mundo no sirve, alguna creencia
heredada no funciona más, tal vez funcionó a nuestros padres, pero en nuestro
tiempo, ya no va más.
Entonces es momento de mirar nuestras
emociones, pensamientos, comportamiento y si somos honestos con nosotros
mismos, todo saldrá clarito: cuáles creencias dejar morir y cuáles piden vivir,
y dejarlas vivir. Pero si esto no sucede con tal claridad, es seña de que no
estamos siendo del todo honestos con nosotros mismos (esto puede pasar y pasa a
menudo); la pregunta entonces será: ¿qué pasos uno puede dar para verlo?
- Mira donde está tu problema o gran preocupación, en que área de tu vida.
- Descríbela: cómo se expresa en circunstancias específicas, en relaciones, etc.
- Cómo te sientes en relación a esto, qué emociones te genera.
- Mira si hay recuerdos relacionados a estas emociones, sentimientos.
- Ahora probablemente puedes ver la situación que te hizo sentir así: qué pensaste en aquel momento.
Este pensamiento es la creencia
que sigues usando en tu vida, generando que se repitan una y mil veces las
mismas situaciones en tus relaciones, en el trabajo, en tu día a día. Ahora, si
seguiste los pasos, pero algún paso no te resultó, simplemente déjalo aquí.
Cuando vuelvas a tener esa repetida experiencia, solo trata de mirarla
tranquilamente, respirar, asentirlo como es, y empezar describiéndolo desde el
paso que mencioné anteriormente.
Cada vez aparece lo nuevo, lo
útil para tu desarrollo personal, que te permitirá profundizar tu relación
contigo mismo, además de empezar a construir esta relación de honestidad,
confianza, amor y cuidado contigo mismo -además eres la única persona que
siempre estaba, está y estará acompañándote en tu camino-.
Si al transformar tus creencias,
algo te resultó, comparte en comentarios: ¡compartiendo nos encontramos!
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