miércoles, 11 de diciembre de 2019

Hacia la naturaleza


Siento profundo gozo cuando veo como muchas personas eligen volverse al estilo de vida más puro y natural hoy en día. Creo que en este tiempo de industrias nos hemos alejado bastante de la naturaleza, de nuestra madre. Y esto ha causado múltiples transtornos que podemos observar: enfermedades, pobreza, violencia y otras "faltas".
Naturaleza es abundancia, en ella no hay faltas. Creo que en general cualquier sufrimiento es un transtorno en sí, no es natural ni intrínseco en un ser humano como no es en la naturaleza misma. 

Ahora, hemos sido educados, alimentados y constantemente rodeados por la información y alimentos modificados, intervenidos, siendo por consiguiente modificados, intervenidos nosotros mismos, nuestros cuerpos y mentes, de tal manera que aún cuando tenemos una alternativa más pura y natural para escoger, no lo hacemos

Cuando digo Alimentos, me refiero a toda la información, lectura, emociones, ambiente, agua, aire, comida, actividades físicas y mentales - todo lo que entra en nuestro ser, todo lo que nos construye. Así, nos construimos eligiendo alimentos. Y sí, tenemos elección.

Nuestro ser consiste de las partes entrelazadas, interconectadas, intercomunicadas. Todos sabemos que cuando mejoro mi salud, me siento más feliz y mi mente se aclara; que cuando a mi mente llega información destructiva, el cuerpo puede enfermarse gravemente casi en un instante. Lo sabemos, porque tenemos un equipaje de experiencias por el estilo. Pero, ¿aplicamos este saber o seguimos envenenandonos sin filtro y esperando que esta vez el veneno no nos afectará?


Al diferenciar lo puro del veneno vamos a ir aprendiendo de a poco. Esta tarea no va ser tan difícil, pues en el fondo lo sabemos o lo intuimos. Con el tiempo nuestra mente purificada aún obtiene el poder natural de transformar y purificar energías sin necesidad de seleccionar tanto. Tal vez, de eso hablaremos más adelante. 

Por ahora, las preguntas son: ¿estoy listo para ver realmente las maneras en las que hago daño a una parte o unas partes de mi ser?, ¿estoy listo para amarme y cuidarme siempre?, ¿tengo la esperanza de que mi vida puede ser abundante y libre de sufrimiento si así lo elijo?

Si es así, haz que el amor y la esperanza se anclen profundamente en tu ser, y que la naturaleza más pura despierte y se establezca en ti, que vibre y se expanda transformando tensiones y impregnando tu vida con su aroma mágico.


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